Llevamos vidas demasiado ajetreadas, estresantes y en muchas ocasiones demanda de nosotros tanto que cuando llegamos a la cama caemos rendidos.
Y es en ese momento cuando más vulnerables somos, ya no solo por posibles intrusos, sino por otros tipos de peligros que por desgracia, son más frecuentes de lo que pensamos.
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Si quieres aprender más sobre los detectores de humos y los demás tipos de sistemas de alarma que vamos a tratar puedes visitar esta web especializada en detectores.
Estar seguro a la hora de dormir, y ser consciente de ello, es una de las mejores formas de conseguir un buen descanso: por eso, la gran mayoría de los peques van a la cama de sus padres cuando no consiguen dormir, en busca de la seguridad que encuentran entre sus progenitores y les permite dormir bien toda la noche.
Les proporciona tranquilidad, ¡Nada les puede ocurrir al ahí! ¿Por qué privarnos de esa sensación ahora que somos adultos?
¡Usar alarmas y detectores puede hacer que duermas mejor!
Los peligros que nos acechan por la noche son, realmente, los mismos que durante el día. Con la diferencia de que por la noche es mucho más complicado darnos cuenta de que están ahí.
Ya sabes qué tipo de accidentes pueden ocurrir: robos, incendios, explosiones, o la intoxicación por un gas.
Por el día es mucho más sencillo darse cuenta de esto, ¿pero y por la noche, serías capaz de despertarte a tiempo si se quema tu casa?
Actuar con rapidez en estos casos es lo que va a conseguir que todo se quede en un simple susto.
Puede que el humo te despierte a tiempo, y si tienes suerte, consigas salvarte tú y tu familia, ¿pero y qué pasa con los gases?
Algunos gases como el CO o monóxido de carbono no avisan. Seguro que has oído hablar de la muerte dulce.
Este gas es incoloro e inodoro, de manera que la gente que se intoxica con él no es capaz de darse cuenta de ello. Y poco a poco, van debilitándose hasta acabar con su vida en menos de una hora.
Otros gases más comunes como el butano, el propano, etc, sí que tienen un olor característico, pero si existe una fuga, una simple chispa puede hacer que todo salte por los aires.
Tampoco se trata de ser alarmista y pensar que cuando nos dormimos no vamos a volver a ver la luz del día. Sin embargo sí podemos tomar medidas de seguridad para poder dormir tranquilos.
¿Cómo podemos protegernos de estos peligros y dormir mejor?
Dentro de todo lo que implica dormir bien, implica dormir seguro, de ahí que nuestros antepasados ya buscasen cuevas y lugares resguardados para descansar.
Lo necesitamos, necesitamos crear ese aura de seguridad que nos da un refugio. Por suerte, los tiempos han cambiado y ya no tenemos que dormir junto a los murciélagos con miedo a que un depredador nos encuentre.
Ahora los peligros, aunque menores, siguen estando presentes. Las amenazas no son otros animales, sino accidentes derivados de nuestro desarrollo como especie.
Así, en lugar de ocultarnos en cavidades para poder dormir a pierna suelta, tomamos las siguientes medidas de seguridad:
Detectores de humo
Los detectores o sensores de humo son aparatos eléctricos que funcionan mediante baterías y que nos avisan de humos que, por su composición, juzgan como peligrosos.
Gracias a una señal acústica muy potente son capaces de alertar a todos los individuos presentes en casa.
Existen múltiples métodos por los que un detector de humos puede detectar y juzgar la peligrosidad de este, pero todos derivan en lo mismo, proporcionar seguridad para ti y para los tuyos.
Si quieres aprender más sobre los detectores de humos y los demás tipos de sistemas de alarma que vamos a tratar puedes visitar esta web especializada en detectores.
Detectores de monóxido de carbono (CO)
El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro producto de una combustión incompleta.
Siempre que se produce una combustión, se produce CO, el problema llega cuando la cantidad de este gas tóxico excede los niveles seguros.
Aquí es cuando intervienen los detectores de monóxido de carbono. Del mismo modo que los anteriores, estos cuentan con una señal sonora que puede alertar a todas las personas en peligro.
Además, los más avanzados están diseñados para conectar directamente con los servicios de emergencia.
Pero ¿quiénes necesitan los detectores de monóxido de carbono? Todas las personas que en sus hogares tengan aparatos que lleven a cabo combustiones son susceptibles de este tipo de envenenamiento.
Chimeneas, sistemas de combustión que usen combustibles sólidos, gases envasados, parafina o queroseno, madera, gasolina, diésel, carbón…
Instalando detectores de monóxido de carbono y haciendo las comprobaciones necesarias de manera periódica estarás seguro frente a las intoxicaciones por este gas.
Detectores de gas
Algunos de los accidentes domésticos más comunes son causados por la acumulación de gases inflamables.
Una pequeña fuga durante la noche puede llenar una habitación por completo de gas, y a la más mínima chispa todo puede saltar por los aires.
Ni siquiera es necesario que alguien encienda un mechero o una cerilla allí. En ocasiones, las conexiones eléctricas desprenden chispas, sobre todo si los cables no se encuentran en buen estado.
Los detectores de gas son capaces de medir la concentración de determinados gases en el ambiente. De modo que cuando se excede cierto umbral, la alarma nos alertará.
Alarmas para hogares
La noche es el momento preferido para actuar de los ladrones. Estos aprovechan la falta de luz y que las personas del hogar están durmiendo para actuar.
Se calcula que las alarmas son capaces de detener en España más de 25.000 robos al año, una cifra para nada desdeñable. Y es que cuando los ladrones ven el cartel en la puerta, prefieren no jugársela
Por ello, si vives en una zona donde crees que pueden ocurrir este tipo de incidentes, no te la juegues y consigue dormir tranquilo.
Ya ves, no son pocos los peligros que nos aguardan, pero por suerte, tienen fácil solución. Ahora depende de ti tomar las medidas necesarias.